Unas jóvenes trabajadoras de una empresa china tienen que acercarse todos los días a su jefe y darle un beso. Es una 'norma' impuesta por el jefe, lo que ha generado una avalancha de críticas.
Cada mañana, las empleadas son obligadas a formar una fila, para que esperen su turno y así besar en la boca, si en la boca, a su jefe. Dos de ellas denunciaron el hecho, y fueron ellas quienes denunciaron el hecho.
Según el medio inglés The Mirror, el jefe no negó la acusación; es más, trató de justificarlo de forma polémica. Asegura que este gesto contribuye a crear un vínculo más estrecho entre empleados y sus superiores.
Las imágenes también han provocado polémica en Facebook, y es que muchos usuarios se pregunten por qué las trabajadoras continúan besando a su jefe cada día. Internautas llaman a las trabajadoras a hacer respetar su dignidad.